Algunas dudas de las mujeres sobre las infecciones vaginales más comunes

Si se experimenta picor, irritación o dolor en la zona íntima; el flujo vaginal es espeso, abundante o huele mal, entre otros factores, puede ser que se esté desarrollando una infección.

No, pero aumenta con el inicio de las relaciones sexuales y con la práctica del sexo oral.

No es exacta esta afirmación. Los antibióticos alteran el ecosistema vaginal y aumentan las probabilidades de adquirirla, pero no producen la enfermedad.

El pH vaginal alterado, por exceso o por defecto, favorece la infección y colonización vaginal por microorganismos patógenos. Un pH vaginal correcto (ligeramente ácido) mantiene una microbiota vaginal equilibrada que es la responsable de crear una barrera de protección para una buena salud íntima. Por lo tanto, mantener un pH vaginal adecuado es la principal defensa contra las molestias e irritaciones de la zona vulvovaginal y esto se puede conseguir con una higiene íntima diaria adecuada.

El pH vaginal puede alterarse por factores intrínsecos (como los cambios hormonales a lo largo de la vida de la mujer) o extrínsecos. Entre los factores desencadenantes encontramos: higiene de la zona íntima con productos inadecuados, uso de ropa interior sintética y/o pantalones ajustados, tratamiento con antibióticos, tratamientos hormonales, uso de anticonceptivos, embarazo, posparto, menopausia, fase premenstrual, obesidad, estrés, relaciones sexuales o diabetes no controlada. Las consecuencias son molestias como prurito, irritación y picor e incluso una mayor probabilidad de que se produzca infección vaginal. Por ello, es conveniente mantener o corregir el pH vaginal con productos adecuados.

Los geles de ducha contienen detergentes y otros ingredientes que pueden resecar la piel, por lo que son demasiado agresivos para la higiene de la zona íntima. Se trata de una zona particularmente sensible que necesita una higiene específica que la mantenga limpia e hidratada y que mantenga las condiciones adecuadas para no alterar la flora vaginal, que impide el crecimiento de microorganismos patógenos.

No, los productos de higiene íntima están formulados para usarse de forma diaria.

Una forma sencilla de prevenir las infecciones fúngicas vaginales es mantener una correcta higiene íntima con productos específicos que ayuden a mantener un pH vaginal adecuado y, consecuentemente, la barrera de protección creada por la flora vaginal. Además, se debe acompañar con hábitos sencillos en la higiene diaria, como secar correctamente la zona íntima y limpiarla de delante hacia atrás.

El uso de geles de higiene íntima es muy recomendable, especialmente aquellos con un pH alcalino (sobre 8,5). Estos ayudan a contrarrestar la acidez excesiva de la zona vaginal que aparece en los casos de infección fúngica. Además, la mayoría de geles de higiene íntima para situaciones de este tipo contienen ingredientes antipruriginosos y emolientes.

Algunos principios activos en geles de higiene íntima pueden proporcionar este efecto. Sin embargo, debemos tener en cuenta que los desequilibrios en el olor de la zona íntima pueden ser indicativos de infección y, por lo tanto, ante estas situaciones podrían enmascarar el problema.

Es importante considerar la intensidad del picor, además de observar si se acompaña de un flujo vaginal anormal. Cuando las molestias son leves o moderadas, se pueden recomendar geles de higiene íntima con efectos suavizantes e hidratantes, que ayudan a atenuar y prevenir las molestias e irritaciones leves de la zona íntima. Si la intensidad de las molestias es intensa, se deberían utilizar fórmulas con pH básico y activos específicos, además de considerar el origen o la causa y completar el tratamiento con otros productos calmantes o destinados a combatir directamente la causa.

Sí, pueden usarse a la vez. El uso concomitante no presenta ningún efecto sobre la absorción sistémica de las hormonas liberadas por el anillo. En vulvovaginitis candidiásica recurrente, no obstante, es un factor de riesgo al igual que el uso de tampones y duchas vaginales.