trndiana marsan y Otto

 

marsan-jpg Otto por el campo con su collar Scalibor

Hola, mi nombre es María, y desde hace y algunos años he convivido con perros en casa, bien en casa de mis padres o como ahora, en la mía propia. Ahora compartimos casa con Otto, es un perro mestizo que adoptamos hace ya 4 años. Desde que conocí Scalibor, se lo hemos puesto a los perros, y con Otto no iba a ser menos, me resulta muy útil y práctico, y sencillo de usar, y te da la seguridad de que está protegido contra pulgas, garrapatas y sobre todo, la leishmaniosis. Yo creo que la primera vez que lo vi fue en el veterinario, y lo que me llevó a utilizarlo fue que no olía mal como otros collares antiparasitarios, la verdad que hace ya algunos años, por lo menos 7, y entonces, aún no era muy consciente de que también servía para proteger contra la leishmaniosis, me enteré tiempo después, y la verdad, con ello terminó de convencerme. Los perros de mis padres, comenzaron a usarlo, y Otto, no ha conocido otro, desde que está con nosotros, lo usa, y me parece fundamental, siendo que somos un país con esta enfermedad endémica, prefiero no arriesgar la salud de Otto, y estando en mi mano, siempre usará Scalibor. Además, nosotros paseamos mucho por el campo y cerca del río, razón de más para tener un cuidado extra contra la leishmaniosis. Lo he recomendado a todos los dueños de perros con los que tengo relación, es mucho más cómodo que las pipetas, que tienes que echarlas cada mes y siempre es más fácil olvidarse, con Scalibor, lo pones, ajustas y ¡ya! te puedes olvidar hasta 6 meses.

trndiana marsan