Preguntas frecuentes del proyecto Scalibor

1. El flebotomo pica a un perro infectado de leishmania e ingiere el parásito.

2. Este flebotomo ya infectado, pica a otro perro sano inoculando el parásito y le puede contagiar la leishmaniosis canina.

3. El perro se infecta y puede enfermar.

Siempre, por lo que es muy importante que el perro esté protegido los 12 meses del año.

No, la enfermedad sólo se contrae a través de la picadura del flebotomo, y solo afecta a las personas en caso de inmunodepresión.

Sí, a través de la picadura del flebotomo. El riesgo de contagio existe en aquellas zonas endémicas y con presencia de este insecto. Si es el caso, hay que evitar los paseos o tener las ventanas abiertas entre el anochecer y el amanecer, ya que es el periodo de mayor actividad del flebotomo. La leishmaniosis en humanos tiene tratamiento y es eficaz, y no supone un problema de salud.

No es fácil identificarlo. Este insecto tiene un tamaño reducido (de 2 a 3 mm de longitud), de color amarillo-pajizo y cuyo cuerpo, incluidas alas y extremidades, se encuentra cubierto de abundantes pelos. También se caracterizan por la posición de sus alas (en ángulo sobre el abdomen) cuando están en descanso. Esta postura cambia cuando se disponen a morder, momento en el que danzan en círculos alrededor de la parte del cuerpo del hospedador elegida para la picadura. Poseen una notable atracción por la luz. Es típico su vuelo silencioso, a diferencia de los mosquitos, y su alcance es relativamente limitado (aprox. 2 km). Sólo las hembras se alimentan de sangre y por lo tanto son las únicas transmisoras de la enfermedad.

Coincide con los meses más cálidos, aunque puede variar en función de las condiciones climáticas. Los flebotomos se caracterizan por su actividad al anochecer, siempre que las temperaturas superen los 16-18ºC y la lluvia y el viento no estén presentes.

Varía de unas zonas a otras, dependiendo de factores ambientales como son temperatura, humedad y situación geográfica.

Los signos clínicos de la leishmaniosis canina son varios y diferentes y puede que no se presenten todos o incluso que no se presente ninguno si el animal está en estado subclínico. Los más frecuentes son:

• Lesiones en piel
• Pérdida de peso o pérdida de apetito
• Fallo renal
• Onicogrifosis o sobrecrecimiento de las uñas
• Anemia
• Diarrea
• Cojeras
• Epistaxis o hemorragia nasal
• Lesiones oculares
• Linfoadenopatía o inflamación de los ganglios linfáticos a nivel local o generalizado

El tratamiento de la leishmaniosis canina es largo y complicado y sólo resuelve los síntomas. El animal, si es diagnosticado y tratado a tiempo, recupera su calidad de vida, aunque permanece infectado y positivo a leishmania. Por ello, la forma más barata y eficaz de control de la leishmaniosis en los perros, es proteger frente a la picadura de los flebotomos que son los transmisores de la enfermedad.

Los estudios de tolerancia realizados demuestran que la deltametrina es una molécula antiparasitaria extremadamente segura. Actúa de forma directa sobre la capa lipídica de la piel y optimiza el aprovechamiento de la deltametrina de Scalibor exclusivamente en el perro.